Las complejas definiciones de la fabricación integrada por ordenador han «enturbiado las aguas» a la hora de entender qué es y cómo puede mejorar los procesos de producción. En medio de la jerga, es fácil perder de vista los beneficios que aporta la CIM.
¿Qué es la CIM y cómo funciona?
En términos sencillos, la CIM es la técnica de utilizar ordenadores para controlar todo un proceso de producción. Las fábricas suelen utilizarla para automatizar funciones como el análisis, la contabilidad de costes, el diseño, la distribución, el control de inventarios, la planificación y las compras.
Estas funciones suelen estar vinculadas a una estación central controlada por ordenador para permitir una gestión y manipulación de materiales eficiente, al tiempo que se ofrece un control y una supervisión directos de todas las operaciones de forma simultánea. Esencialmente, se organizan todas las piezas individuales de un proceso de fabricación, incluyendo la ingeniería, la producción y la comercialización.
¿Cuáles son las ventajas de la CIM?
El único objetivo de la fabricación integrada por ordenador es agilizar los procesos de producción, aportando las siguientes ventajas
- Reducción de los costes, es decir, del coste de la mano de obra directa e indirecta
- Mejora de la flexibilidad de la programación
- Reducción del tiempo de inactividad
- Mantenimiento de niveles de inventario correctos
En última instancia, el objetivo es lograr la máxima eficiencia, cerrando las brechas que obstaculizan la productividad y que hacen que el resultado final se vea afectado. Además, el CIM desempeña un papel fundamental en la recopilación de datos relevantes y en tiempo real de la planta de producción. Por ejemplo, para optimizar la eficiencia, el CIM puede supervisar el rendimiento operativo de los equipos vitales.
Sin duda, la mayor ventaja de la CIM es el aumento de la capacidad de producción que aporta. Las empresas de fabricación pueden pasar del concepto a la finalización en un tiempo rápido, lo que significa que pueden producir más en plazos más cortos, lo que tiene un impacto positivo en la rentabilidad, la retención de clientes y la atracción de nuevos clientes.
Cuáles son los retos de la CIM?
Los ordenadores son propensos a sufrir daños, especialmente en un entorno industrial. Los efectos de un fallo informático, para una empresa que depende exclusivamente de que los ordenadores sigan funcionando, pueden ser catastróficos y dar lugar a
- Periodos prolongados de inactividad
- Personal inactivo
- Reducción de la producción
- Aumento de los plazos de entrega
- Insatisfacción de los clientes
- Daño a la reputación
- Pérdida de cuota de mercado
Cuando está integrado, el CIM es responsable de todo el proceso de producción. Con lo mucho que depende de su rendimiento, es desconcertante que muchas empresas de fabricación no inviertan en la protección adecuada de lo que sin duda es un activo de capital.
Por ejemplo, existen armarios informáticos especialmente diseñados para proteger los procesos CIM. Son un refugio seguro para los ordenadores, que los protege de elementos externos como el polvo, la suciedad y los líquidos, e incluso de las carretillas elevadoras, por si acaso «Dave» da marcha atrás accidentalmente hacia un ordenador que es fundamental para una operación de producción.
Otro desafío clave al que se enfrenta la CIM es la escasez de personal cualificado. Muchas empresas manufactureras carecen de técnicos cualificados capaces de manejar los sistemas cruciales para la CIM. En algunos círculos, se ha criticado a la CIM por provocar la pérdida de puestos de trabajo. En realidad, crea más puestos de trabajo, pero hay una falta de conocimientos entre la mano de obra actual de la industria, lo que complica un poco las cosas.